16/2/09

Palabras que matan la Autoestima de los Niño

Mis tesoritos, mamá quiere lo mejor para uds, si comete errores, tendremos la oportunidad de corregirlos.
Mis alegrías son sus sonrisas, sus juegos, sus logros... sus besitos y miradas llenas de amor y dulzura
Mis tristezas, mis enojos... mi falta de tiempo, mi cansancio...


Definitivamente la tarea de ser padres no es fácil. No sólo deben preocuparse por la salud y el bienestar físico de los hijos sino que además deben hacer que crezcan emocionalmente sanos y felices. Como seres humanos que apenas están conociendo el mundo, los hijos van creando su personalidad poco a poco y sus padres, que ya la tienen definida, son quienes les dan un ejemplo con su comportamiento, con lo que día a día les dicen y con la forma en la que los tratan; porque, ¿quiénes son las primeras personas con las que los hijos tienen contacto?: LOS PADRES.

El vínculo que les une hace que para ellos, los padres sean un modelo a seguir por lo que "todo" lo que les digan será determinante para los niños, son su espejo y ellos creen lo que les dicen sus propios padres, pero muchas veces no son concientes de lo que dicen y es ahí cuando van repitiendo palabras y frases que se graban en la mente del niño y van formando el concepto que tendrán de ellos mismos.

Aveces los padres piensan que una simple palabra es inofensiva y que sirve para formar el carácter y la disciplina de sus hijos, pero lo que no saben ellos es que su poder es tal que, con decirlas aunque sea una vez, pueden cavar una herida profunda que se va a manifestar en una autoestima baja.

Pero no se está hablando únicamente de las frases negativas que, por supuesto, traen consigo sentimientos de culpa, temor y odio del niño hacia sus padres, hermanos y ellos mismos; también se incluyen los halagos excesivos que hacen al niño sobre exigirse inconcientemente e ir creando una "baja resistencia a la frustración" cuando entienda que no era tan cierto lo que sus padres le decían siempre.


Aquí se presentan algunas frases que los padres le dicen a sus hijos muy comúnmente y que, aunque no lo sepan, son perjudiciales para su crecimiento emocional:

Acción que se ejerce sobre el niño
Frase negativa
Frase positiva

Etiquetar:

Las palabras de los padres son ley para los niños, así que si constantemente los etiquetan de una forma u otra, terminarán por creérselo. Son una descripción de 'lo que serán" aunque no lo sean, sólo porque así lo quisieron. Estas frases condicionan el comportamiento y crean sentimientos de inseguridad.


·


¡Eres el más lindo de todos!

· ¡Qué mentiroso eres!

· Creo que eres lindo.

· No puedo contar con tu palabra si lo que dices no coincide con lo que haces.

Hacer predicciones negativas:

Si los niños sienten que sus padres no creen en ellos y no les desean un buen futuro, seguramente su actitud hacia la vida será pobre y poco decidida.




· ¡Nunca triunfarás!.

· Bueno, hoy no te fue muy bien pero yo sé que puedes hacerlo.

Chantajear:

Con esto lo que hacemos es culpar a los niños por actos ajenos a ellos y hacerlos creer que son responsables de todo lo negativo que pasa. La culpa excesiva puede inhibir la adopción de decisiones y comportamientos autónomos, por miedo a ofendernos.


· ¡Me vas a matar de un infarto!

· Si te vas hoy, te voy a extrañar mucho.


· Discúlpame por haberte gritado. Estoy muy cansada pero te prometo que voy a controlar mi temperamento.

· ¡Diviértete!

Negar o condicionar el amor:

Si sus padres lo rechazas, el niño comenzará a pensar que no merece ser amado y este sentimiento lo hará tener problemas para entablar relaciones sociales de cualquier índole. Se debe recordar que ellos necesitan saber que sus papás los aman ya que así serán emocionalmente fuertes y felices.


· ¡Quítate! ¡No ves que estoy ocupada!

· ¡Me das verguenza!



Demuéstrale tu amor siempre ya sea con palabras como ¡Te quiero!, ¡Eres muy especial para mi! y contacto físico (besos, abrazos, una sonrisa)

Ser perfeccionista:

Al estar exigiéndole excesivamente, lo que los padres le están diciéndo es que no es tan bueno como es y por eso debe mejorar. Su autoestima va siendo más baja pues le están diciendo que sea como no puede ser.


· ¿Sacaste 8? Seguro no estudiaste lo suficiente.

· No quiero verte si no hay un 10 en ese examen.

· ¡Muy bien! Veo que te esforzaste.


· Creo que debes estudiar un poco más ¿qué piensas tú?

Comparar:

Con esto, sólo creas resentimiento y rivalidad entre los hijos, tanto si las comparaciones son positivas como si son negativas.

· Mira a tu hermana, a tu edad ella estudiaba siempre.

· Tu juegas mejor al fútbol que tu hermano.

· Tus calificaciones son buenas. Sigue estudiando.



· Me parece que les gusta jugar fútbol, ¿no?

Maldecir:

Este tipo de frases son agresiones verbales y si se las están diciendo constantemente, su autoestima irá por el suelo.


· ¡Maldito seas! ¿por qué no puedes dejar tu cuarto en orden?
· Este desorden me aburre. Por favor ven a recoger tus cosas.

Humillar:

Si los padres humillan a los hijos, se sienten torpes y tontos. Si lo que quieren es que comprendan sus errores, lo que logran es que se sientan muy tristes e inútiles; si lo hacen en púbico, lo que logran es que sean retraídos e inseguros.


· Es que ella es muy tonta.

· ¡Tan grande y todavía te orinas en la cama!


Simplemente nunca le digas esto a tu hijo.

· No es tan fácil aprender a usar el baño, ¿no? vamos intentarlo la próxima vez, ¿vale?

Amenazar:

Estas frases significan peligro para el niño, lo que lo hará sentirse inseguro y asustado del mundo. Si los amenazan con abandonarlos, posiblemente crearan sentimientos de dependencia es sus relaciones personales.


· Si no vienes ahora mismo, voy a buscarte y ¡ya vas a ver!


· Ven por favor, necesito hablar contigo.

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